¿El diseño original de Dios incluye frecuencias bombardeadas a la mente?
El hombre moderno ha perdido el diseño original de Dios para lograr un ambiente en el cual se desarrolle la vida de manera segura y continua. Una definición sencilla de medioambiente es todo lo que rodea a un ser vivo; en esta definición se incluye al ser humano. ¿Cómo podemos hablar de cuidar el planeta sino podemos sacar los cables que hay cerca de la cama en un dormitorio, sabiendo que somos seres bioeléctricos? El primer hábitat que hemos ignorado, y por ende destruido, es nuestra casa.
Algo queno hay en la naturaleza es la electricidad, las ondas de radio y las de microondas. Las fachadas con plantas colgantes en las oficinas son solo un maquillaje que lo único que hacen es hacernos creer que lo natural es igual a tener plantas.
Lo natural para el ser humano es no tener frecuencias en el ambiente donde se está más tiempo. ¿Duerme mejor en el campo, tiene mayor vitalidad al despertarse a pesar de acostarse tarde, y tiene una sensación de sentirse mejor? Al menos esto sucedía antes cuando uno iba a lugares donde escaseaban la electricidad y las telecomunicaciones. 1
Nuestra mente funciona con pulsaciones eléctricas y todo nuestro corazón es un órgano eléctrico que se contrae y se expande. La vida del cuerpo está en el corazón y el cerebro, sin estos órganos es imposible seguir con vida. Para conocer el comportamiento del cerebro se hace un electroencefalograma y para el corazón un electrocardiograma. El resultado de ambos es una imagen con ondas dibujadas que representan frecuencias en zigzag. Con las imágenes tomadas se pueden ver los estados de ánimo, depresión, edad, o si hay alguna enfermedad como alzhéimer o párkinson. ¿Imagínese el dañoque hacen las frecuencias artificiales que son mucho más fuertes que las producidas en el cerebro y el corazón?
El hombre debe volver al diseño original, al Jardín del Edén. Para ello debemos pasar primero por el Jardín de Getsemaní por medio del segundo Adán, Jesús el Mesías, él nos muestra el camino de vuelta al paraíso. Jesús dijo quien creyere en Él por su corazón fluirán ríos de agua viva. Esto quiere decir que podemos hacer un hermoso jardín de nuestra vida aquí. El paraíso está al alcance del que ve lo invisible, creé y trae la luz del cielo aquí.
Sobre el Autor
Rodrigo Arteaga Trigo es Mgr. en Diseño de Sistemas Interactivos Digitales
y especialista en radiación electromagnética, e impulsor de la empresa
Bienestar Ocupacional de salud y prevención electromagnétitca.